Datos para comprender el conflicto palestino-israelí ( y quien crea que es Fake que vaya a las hemerotecas de periódicos).

Ricardo Lapin, octubre 2023

«En el Desierto de Judea», acuarela sobre papel Montval, 2014. Ricardo Lapin

1– Hamás no es el pueblo palestino ni lo representa, es solo una parte de él. Hay una parte laica representada mayoritariamente por AL Fatah (grupo fundado por Arafat y hoy por Abu Mazen y la Autoridad Palestina), y otra religiosa fundamentalista islámica con el grupo más grande Hamás, luego la “Yihad Islámica”, y luego otros más pequeños y extremistas con ideologías tipo ISIS. Fatah dominó la política palestina hasta el 2006, que, en elecciones internas palestinas, Hamás recibió la mayoría de votos. Israel ya se había retirado unilateralmente dela Franja en 2005, y esto generó una mini guerra civil, donde Hamás tomó el poder en la Franja de Gaza y la AP en Judea y Samaria.

«Alerta en el Amanecer» Mixed media: sobres militares de cartas de reclutamiento de reservistas, acrílico y barniz sobre cartón. Ricardo lapin.

2- El pueblo palestino no solo está dividido, se odian ambos bandos, así como se odian con Israel y EE.UU. Los aparatos de seguridad de Al Fatah, encarcelaban y torturaban a sus “hermanos” de Hamás una vez que recibieron poder y autonomía paulatina con los tratados de Oslo. Parecen todos olvidar que, en el 2007, cuando el “golpe de estado” de Hamás en la Franja, los dirigentes presos de Fatah fueron llevados al edificio más alto de la ciudad de Gaza, y arrojados al vacío desde el techo en el piso 14. Los milicianos jóvenes presos de la facción laica recibieron un tiro en cada rodilla por decenas y algunos dicen cientos: hay una generación de inválidos en Gaza, cuyos hijos fueron “reeducados” por el marco yihadista. Una de las maneras de “lavar el honor” de tener un padre o esposo laico (ellos dicen peor “colaborador con el enemigo sionista” después de los tratados de paz) es convertirse en “Mártir” y así todo el clan deja de ser acosado y estar en las listas negras. Así reclutaron muchos suicidas, mujeres incluidas. ¿Por qué una madre de niños pequeños se va a suicidar con un cinturón de explosivos? Porque es el modo de que sus hijos dejen de ser acosados en la calle para pasar a ser aceptados y recibir hasta una estipendia generosa como “familia de mártir”.

«Our family lost the war» (Nuestra familia perdió la guerra), acrílico sobre cartón, 2013. Ricardo Lapin

3-  Sobre Hamás

Hamás surgió como movimiento comunitario copiando a Los Hermanos Musulmanes en Egipto o Turquía (en Turquía terminaron tomando el poder). Ante un gobierno corrupto e inoperante, esta organización llenó esos huecos: ofrecer a familias jardines de infantes con una comida caliente, enfermerías, tratamiento y ayuda a mujeres embarazadas etc. ¿Quién puede negarse teniendo 8 hijos y siendo pobre a aceptar estos regalos? Así esos “kindergarten” se llenaban, siendo también centros de indoctrinación fanática. Ya infantes estos niños educados en el odio irán a “campos de vacaciones” de instrucción militar con uniformes y armas. En las obras de teatro de fin de año niños y niñas hacen representaciones donde vencen al “enemigo sionista” con las manos llenas de témpera roja, no hay que explicar por qué y para qué. Pero la gran pregunta es por qué abandonan muchos al líder y héroe mítico, el “Rais” Arafat, y se lanzan a apoyar a Hamás. En el mundo árabe no hay libertades ni libre albedrío: se pertenece a un clan familiar, se pertenece al islam chiita o sunita, y un jefe de clan puede decidir ser laico (como puede serlo un judío) y así es como la capital laica Ramallah celebra fiestas de San Silvestre (el 31 de diciembre) con fiestas bailables y alcohol. Por ello, para dar un ejemplo, no importa cuán abiertos y expuestos están los jóvenes libaneses a cosas occidentales, llegada la hora de elecciones, se vota según el apoyo del jefe del clan a un partido. Por supuesto que es determinante si son chiitas, drusos, cristianos maronitas o sunitas, pero NADIE puede ir contra su clan, ya que el jefe es señor de horca y cuchillo para su prole, aún lejana. Conozco una familia de Sheij Radwan, en el este de Jerusalén, el ya abuelo siendo un joven marroquí se enamoró de una chica de clan rival (sí, tipo Romeo y Julieta) y la raptó y escaparon hasta la entonces Palestina británica, instalándose en Jerusalén este. Hoy son padre y abuelos PALESTINOS. Por buenas relaciones de trabajo somos invitados a las cenas de Ramdán y tuvimos muchas e interesantes charlas que, sin cámaras o micrófonos, cuentan lo que todo el periodismo no puede.

«Loup Solitaire», 2015, mixed media & industrial paint on wood

4-Nada de lo que declara un palestino en publico es igual a lo que se habla privadamente

Los fanáticos sin dudas son consistentes entre lo que dicen y hacen, pero la masa de la población vive con el temor. El miedo es parte del pegamento social en la sociedad árabe: el padre es dueño de la vida de todos los miembros. Si un hijo discute o desobedece, si la mujer no es dócil, si la hija mira al hijo del vecino, pueden terminar muertos en pozo de agua. El asesinato «por el honor de la familia»- un nombre prolijo para el misógamo criminal y retrógrado- es común a todo el mundo musulmán, y con los índices mas altos en el pueblo palestino. Así la familia teme al padre, los jefes de clanes al sheik, rey, general o dictador de turno. Todo se basa en el miedo, por ello militares armados y leales es la base de la pirámide de subsistencia. Al rey Abdala, bisabuelo del rey Hussein de Jordania, lo asesinaron en las escalinatas de las mezquitas de Jerusalén, 3er. lugar mas sagrado del Islam, y al general Anwar Al Saadat, presidente egipcio, lo asesinaron los Hermanos Musulmanes en los festejos y desfiles de la «Victoria de 1973». La ley del mas fuerte lo rige todo, y «derechos humanos» o «libertades» civiles son símbolos de la debilidad y estupidez de los herejes occidentales. Hablando una vez en casa de un palestino en el barrio de Rimal, ciudad de Gaza, le pregunté que opinaba del Rey de Jordania Hussein, que había fallecido recientemente. Me contestó sin dudar «¡Akbar geber!» (Un flor de macho!). Y es que fue piloto de combate, además de muy idolatrado por sus ciudadanos de origen beduino. Le pregunté «¿Pero vos sabes que mató en el Septiembre Negro más palestinos que el Estado de Israel hasta 1970?» Me miró fijo y dijo «Sí, pero lo querían asesinar,¿qué esperabas que haga?» Por ello, Al Jazeera transmite una misma noticia de dos modos distintos para los árabe parlantes que en inglés para los «ingenuos occidentales».

Un conocido palestino del este de Jerusalén me contó para mi sorpresa, que siendo importador de autos su negocio esta en…Herzlía, pleno Israel. la causa: no quiere dar la mitad de sus ganancias a Abu Mazen e hijos, que cobran un impuesto terrible a todo lo que entra o sale de la AP, y para bolsillos propios. Esto jamás lo dirán en público, o son muertos ellos y los suyos. Lo mismo la población cristiana de Belén que de ser mayoría hoy son minoría. Si les preguntan por que escapan a Europa y EE.UU. dirán que es por los israelíes, pero esto sucede desde que están bajo dominio de la Autoridad Palestina y los yihadistas y Hamás los acosan constantemente. Lo mismo sucede con coptos en Egipto, o maronitas en Siria, Irak y toda la zona musulmana. Los datos son espantosos pero occidente calla y los periodistas mas aún para no exponerse a peligros. Un periodista italiano que filmó el linchamiento en Cisjordania de un soldado reservista israelí que se equivocó de camino, le requisaron los negativos y le amenazaron de muerte si volvía a filmarlos alguna vez. Este fotógrafo jamás volvió a Medio Oriente.

«El Mártir (el Yahid)», acuarela sobre papel, 2006, Ricardo Lapin

4- ¿Por qué más y más palestinos abandonaron Fatah y pasaron a apoyar a Hamás?

¿Cómo puede haber palestinos con hambre, siendo el pueblo más subvencionado del planeta? Recibieron millones de dólares de la URSS, de las naciones árabes, de dictadores petroleros como el libio Gadaffi al iraní Homeini, y luego de la ONU, EE. UU y la UE, incrementados luego de tratados de paz en 1994. Porque hay hambre y pobreza en los campamentos de refugiados. La respuesta es clara: como todo sistema dictatorial del mundo árabe, el dinero va prioritariamente para una guardia pretoriana: en el caso de Arafat la Fuerza 17, milicianos que viven como una élite militar y económica, luego colaboradores, y luego se reparte migajas a la gente. Todos lo saben y todos callan: el caricaturista palestino Naji al-Ali tuvo la osadía de criticar al Rais (Jefe) Arafat por haber escapado a Túnez con sus tropas dejando en 1982 a mujeres, niños y ancianos a merced de las milicias maronitas cristianas con la inmediata masacre de Sabra y Shatila, y los encontraron asesinado en Londres en 1987, arrojado a un contenedor de desperdicios. También insinuó al público el rumor que el Rais tenía gustos homosexuales con jovencitos del movimiento Fatah, y esto selló la sentencia, si bien se puede siempre culpar de todo al Mossad, la epidemia de Corona incluida. De hecho cuando Arafat muere y hay una herencia, Forbes anuncia que Sua Arafat está entre las 10 mujeres MAS RICAS DEL PLANETA. Y miren que hay fortunas en los ámbitos de los cosméticos, la moda o joyas. ¿Cómo lo ha hecho Sua? Bueno, esto lo percibe el pueblo pauperizado y en grave pobreza en muchos casos, y comienzan a hartarse de la corrupción, del lujo y excesos en que viven el séquito de Arafat. A esto se le suma que generaciones que crecen en esos jardines y escuelas de Hamás, no solo los tienen como herejes, sino aún peor: crecen con el discurso que Allah castiga a los palestinos con humillaciones y derrotas por la corrupción y herejía de la dirección laica. Esto invita a volver a la vida “religiosa” y al camino de la Yihad.

‘Protecting their home’ (Protegen sus hogares), watercolour & ink on paper, 2013

5- El fracaso de la Paz, la eternización de la guerra.

Cuando comienzan los tratados de Oslo en 1994 los extremistas israelíes como palestinos hacen frente común aún enemigos: la paz y la convivencia destruirá sus ideologías. Para unos la de ser raza de Señores en los territorios bíblicos de los ancestros (Gush Emunim dirá “el Jordán tiene dos orillas”, recordando que en épocas pasadas Jordania- ex Moab- fue territorio del reino de Judea) y para los palestinos extremistas, que el tratado es un fiasco y hay que expulsar a los herejes judíos al mar. Entre atentados feroces y el asesinato de Itzhak Rabin, el proceso se detiene. Pero hay algo más que todos olvidan: Cuando Ehud Barak gana las elecciones y decide continuar el legado de Rabin, viene con una propuesta impensable: devolver entre el 94 al 97% de los territorios ocupados en 1967 a la Autoridad Palestina (esas cifras varían un poco por los Lugares Santos). Arafat da un rotundo no. En este segundo punto de inflexión la sociedad israelí, los moderados que son la mayoría de todo pelaje político, entienden que no hay “partner” para la convivencia y la paz: si devolver casi todo no lo aceptan ¿qué quieren, nuestras casas y ciudades? Por esto no creo cierto que la sociedad israelí “giró a la derecha”, simplemente hubo un desengaño con respecto a los dirigentes palestinos, y al tratado todo. Es como tratar con estafadores. En el 2002 el barco Karine A cargado de 50 toneladas de armas destinadas a la Autoridad Palestina hizo que Israel ataque la sede de gobierno de Arafat en la Mukhata, Ramallah.  ¿De dónde venían las armas y el barco? Irán.

«The death of Europe» (La Muerte de Europa), oil on canvas, 2007, 0.70 x0.50 m. Ricardo Lapin

6- En qué se diferencia esta guerra de octubre 2023 de otras

Nuevamente Irán, como los atentados en buenos Aires. Muchas cosas son inéditas, como el ataque masivo y conquista temporal de ciudades y asentamientos agrícolas en el sur de Israel. Pero también el grado de saña, crueldad y perversión. Porque se puede atentar y matar, pero celebrarlo y filmarlo… Y algo más. Hamás anunció que la mayoría de los rehenes están en sus manos, otros con la Jihad Islámica, y otros en manos “privadas”. Vimos filmados los actos de vandalismo y despojo de simple habitantes gazatíes. Pero también cargando como “botín de guerra” mujeres jóvenes en motos, carros y autos robados. ¿Para qué quiere un habitante de Gaza una rehén mujer, no cubierta con ropa de los tobillos a la cabeza: ¿lavar platos, o cocinar? No. Recuerden o busquen en la Hemeroteca “guerra civil siria” y “etnia yazidí”. Al conquistar ISIS las aldeas de los yazidíes, mataban a los hombres y llevaban a los niños y a las mujeres. Niños para re-educarlos en la Yihad (como los genízaros turcos, hijos de conquistados cristianos) y mujeres como esclavas sexuales, premio para los milicianos de la Yihad.  

¿Justifica la “opresión y conquista sionista” secuestrar mujeres, además de bebes, ancianos, familias, niños? Quienes no declaran y condenan estos secuestros y degüellos como “crímenes de lesa humanidad” o falta de “humanitarismo”, implica que estarían dispuestos a que les secuestren a ellos hijas o hermanas para ser botín de guerra y esclavas sexuales. O que son descarados antisemitas y encubren esa pasión y odio tras ideologías huecas y frases progresistas.

Ricardo Lapin, octubre 2023

‘We promise you a black future. To all’ (Les prometemos un futuro negro. A todos),

Mixed media and oil on W&N canvas, 120 X 80 cm, 2015.

Kadish, Kippur i otras Kosikas.

«Bivas, kreskas, engrandeskas, komo un peshiko en aguas freskas! i Engleneate! ¡Amén!»

(Bendición en Ladino en respuesta a un feroz estornudo: » ¡Vive; prospera; crece; como un pececito en agua dulce! ¡Y Diviértete! ¡Amén!»)

Una alumna religiosa me dijo una vez oyendo anécdotas de mi padre y mi abuelo, que no toda persona tiene carácter decidido y feroz para defenderse y defender a la comunidad. En idioma de los creyentes son llamados «Maguen Israel» ( escudo de Israel).

Mi recuerdo más lejano de un Kippur se remonta a mi infancia: 7 u 8 años. Llegábamos con mi padre a la sinagoga luego desaparecida en la calle Gurruchaga, y pedía a alguno de los parroquianos que entraba o salía si lo podían llamar a Israel… ¡Quién no conocía a mi abuelo, y más a mi padre que en las primeras presidencias de Perón la policía de Orden Político venía de madrugada a sacar a toda la familia a la calle, con la excusa de buscarlo a él, o armas y explosivos! Pleno invierno, con lluvia o viento helado cada noche Don Israel y su prole eran sacados a la calle, con fanfarria y barullo, levantando el piso del conventillo y rompiendo paredes, despertando a todo el vecindario. Pero casi todos eran obreros e inmigrantes cuyas familias sufrieron a Franco, Mussolini o Hitler en Europa, por lo que “Shmuel-Avigdor” para los paisanos y “Vittorio” para los italianos era el Robin Hood de la calle Aguirre. Pero eso fue cuando mi padre era joven, socialista y quemaba a tiros a los fascistas de la Alianza Libertadora Nacionalista. Exilado en Uruguay conoció a mi madre, y una vez derribado Perón retornó casado a Argentina.

Victor Lapín (A) «Poteraica», Buscado número 2 de la Sección Orden Político de la Policía de Perón.

Debajo: Mi padre ya escapado en Uruguay, con un grupo de exilados socialistas.

Mi abuelo salía del templo a la calle, envuelto en su talit blanco con rayas negras, y con su gastada pero aún brillante kipá de terciopelo negro, la festiva y no la de todos los días. La cara de mi abuelo se iluminaba, me daba un beso en la frente y me bendecía en idish. Se quedaba un ratito hablando con mi padre en ese incomprensible idioma, y luego nos despedíamos y regresábamos a casa.

El 31 de julio de 1971 mi abuelo Israel no despertó de su sueño. Se fue a dormir la noche anterior, solo y triste desde la muerte de mi abuela dos años antes, y se fue así, en su ley: la de los cuzaríes, gente guerrera de cuchillo y espada, que confiados se convirtieron al judaísmo sin saber en lo que se metían. Según las leyendas familiares eran todos gente longeva que moría entre los 90 y los 100 años, y si los trajines de la vida lo acortaban, iban un día a dormir para continuar su sueño eterno. Así lo hizo Israel Lapin, z”l.

Una de las últimas fotos de Israel Lapin, z»l.

Con los años mi padre renunciaba paulatinamente a su internacionalismo socialista: cuando yo nací decidió no circuncidarme- como sus camaradas socialistas no bautizaban a sus hijos, valga la diferencia- pero eso le valió no hablarse con sus padres, judíos religiosos, casi cuatro años. Entonces ambos se habían muerto y una gran culpa le pesaba bastante: tenía que decir kadish por su padre, es decir rezar por su memoria. No es que no supiera: creció y se educó con 2 padres religiosos, pero de facto se crio en la calle. Y rezar para un socialista…es una mala broma, aunque se trate del padre. Ya cerca de mis doce años me preguntó si querría “subir a la Torá”, pero le dije que recitar cosas de memoria en un idioma extraño que no entendía ni lo que decía, era una cosa ridícula. Pero hacerme la circuncisión, como símbolo de identidad si estaba interesado. Mi padre recibió con alivio la decisión, y así en lugar de Bar Mitzvah, fui circuncidado a los 13 años, como los musulmanes. Para mí fue cerrar un problema de pertenencia, y para él cerrar tardíamente un daño y afrenta a sus padres.

Pasaron los años y las décadas, y una mañana mi padre no se levantó de su cama, pasando como su padre y otros ancestros, de una noche con su último sueño al de la eternidad. Eso sucedió un viernes, y había que enterrarlo a primera hora el siguiente domingo, ya que los encargados de los entierros, Jevrá Kadisha, no trabajan viernes de tarde ni en sábado. Pero ese domingo era la mañana del día del Perdón- Yom Kippur-así que, con la prisa del día del Juicio sobre nosotros, enterramos a mi padre, Víctor Lapin, en octubre de 2003.

Pasaron 20 años y se han cumplido en dos décadas una aritmética de calendario: nuevamente el Kippur cae en domingo, como aquél en que enterramos a mi padre.  Se cumplen también 50 de la Guerra más terrible de la historia del Estado de Israel. Recuerdo esa guerra, en casa, en la lejana Buenos Aires. El “Día del perdón” nunca fue, hasta ese año, más que un pedido al colegio de liberarme en los días de Rosh Hashana y Kippur de asistir al colegio. Kippur de pronto era una guerra que se introducía en casa, en nuestro conventillo, a través de la radio. Recuerdo la tensión antes del noticiero: mi madre apagaba la máquina de coser, mi padre prendía otro cigarrillo sin filtro. Se hablaba de combates feroces, bajas, contraofensiva. Mi madre dejaba escapar unas lágrimas por sus hermanas y sus familias allí, mi padre mordía con furia su cigarrillo, inflando las venas en su cuello de toro y escondiendo los ojos bajos una nube de apestoso humo. Era mal síntoma, eran los estertores del volcán antes de entrar en erupción, la antesala de un infierno conocido, y entonces yo huía a la terraza antes de una inminente erupción de virulencia y gritos. Mucha era la ignorancia de mi padre, que a los 8 años fue arrancado del colegio para ayudar cosiendo botones en el taller de su padre, pero terminó siendo un experto en dos ámbitos: la sastrería, y usar explosivos y armas, si de nazis se trataba. Cuando llegó escapando con 50 años a Israel, no dejaba de presentarse a las diversas oficinas del ejército israelí, para voluntarizarse y ser reclutado. No tenía dominio del hebreo, pero ganó por cansancio: recibió una carta de reclutamiento al servicio de defensa civil, y luego de un curso de mes y medio fue dado de baja de Tzáhal, con la esperanza de no verlo nuevamente una vez cumplido su sueño de haber servido y cumplido como ciudadano de una nación en guerra.

Servicio Militar (1951): fichado como socialista hará su servicio investigado, revisados sus objetos personales y con un «soplón» pegado a su cama, se «voluntarizó» para una unidad comando de la que fue rechazado.

Libreta de reservista en el ejército israelí, donde se presentó voluntario semana a semana (ya pasados sus 50 años) hasta que lo aceptaron en Defensa Civil. Enlistado y liberado meses después en 1980.

Camino a enterrarlo en el cementerio de Rehovot esa mañana de Yom Kippur, el religioso que encabezaba la procesión afirmó que mi padre era sin dudas, “alguien con muchos derechos allí arriba”, por la suma de señales inequívocas: morir durante el sueño, ser enterrado en Kippur y abrir una nueva parcela en el cementerio. Quizás matar nazis o proteger a la comunidad es una categoría más entre los “Justos” de cada generación. Así fue enterrado con prisa ante el Día Sagrado que se nos caía encima esa tarde, y recibí la orfandad junto a un día de encierro en casa. Luego recibí hasta gritos e insultos por no haber avisado a gente que se creían cercanos a mi padre pero que, una vez internado, no pensaron en visitarlo o perder el caro tiempo en alguien que no recordaría la visita, o como si la demencia fuera contagiosa. Así comprendí, a través de mi padre, que mucha gente tiene temor y respeto a la muerte más que al muerto, y que al parecer es parte de los modos y la hipocresía humana. Durante la Shivaá pensé qué hubiera sido de mi padre si hubiera aceptado la invitación del joven doctor y vecino, Carlos Perelman (en Israel hebraizará su nombre como Asher Porat) de hacer aliá a Israel allá por los años 50s, diciendo que se precisaba allí gente que supiera usar armas, como él. Qué hubiera sido de él con 20 años en el país en la guerra de Yom Kippur: ¿Sería un socialista kibbutznik, o un oficial de paracaidistas, o un simple sastre casado y luchando por sus subsistencia como en Argentina? ¿Habría sobrevivido con su cojonuda «suerte » lapina?

Dos décadas ya. Otro Kippur, otro kadish yatom, muchos recuerdos e imágenes, muchos aromas y sonidos lejanos, y algunos redondos aniversarios.